martes, 7 de junio de 2005

"Desde Santoña con amor..."

Entro esta mañana en la ofi, después del café con porras, después de un largo fin de semana de tres días pegándome con el tocho-libro de "Análisis contrastivo de textos Inglés-Español" y me encuentro en mi sitio una caja de colorines con un post-it que reza: "De Walter", así, literal.

-"Coño, qué buen rollo"

El Walter se ha ido el fin de semana a disfrutar de Santoña y ha vuelto lleno de regalitos. Para Charlie, una latita de deliciosas y exclusivas anchoas y para mí, que no me gustan las anchoas, una peaso caja de galletas artesanas de Toranzo que tengo que reprimirme para no abrir y devorar en el acto.
El Walter es lo que tiene, que además de rubio es encantador.

-"Oye, este lomo que hay aquí hay que comérselo, que va a caducar" dice Charlie un par de horas más tarde, inspeccionando el contenido de la nevera. Y se echa un par de lonchas al buche "pufff, está tremendo ¿de dónde ha salido?"
-"Lo he traído yo" aclara Walter.
-"Ah, ya pensaba que teníamos un duendecillo en la oficina que se dedicaba a llenarnos la nevera" ríe Charlie, mascando lomo como un descosido.
-"No, es Walter, que no hace más que traer comida, pero luego él nunca come nada"
-"Es el problema de ser un hombre objeto, Fridwulfa" me explica Walter "tiene sus sacrificios".
-"Ah ¿tú también?" farfulla Charlie espurreteando lomo.

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