martes, 26 de abril de 2005

Cuando el talento se desborda...



Yo, que soy un querer y no poder, que siempre he soñado con dibujar pero no paso de los monigotes a base de círculos y palotes, que siempre he querido tocar un instrumento y me quedé en el sintetizador Casio y el Oh Susanna!, que quiero escribir pero tampoco salgo de los textos por encargo, envidio muy sanamente a aquellos que reunen el talento suficiente para destacar en todos esos campos. Talento multidisciplinar que le dicen los sesudos.
Mi amigo Leandro es uno de esos ejemplos.
El destino quiso que me lo cruzara por casualidad en un foro de internet y, desde entonces, él desde Argentina y yo desde España, nos mantenemos en contacto a pesar de la distancia y los intentos de microsoft por sabotearnos.
Leandro es uno de los dibujantes con más talento que conozco -sus caricaturas de Les Luthiers andan pirateadas en todo tipo de merchandising del grupo en Méjico sobretodo- pero no se queda sólo ahí, también escribe -y muy bien- y es humorista, construye instrumentos, los toca, hace sus espectáculos y curra como un negro para salir adelante y poder vivir de ello, algo nada fácil hoy en día. Es decir, talento y un par de... eso que hay que tener.
Nunca he tenido oportunidad de asistir a uno de sus shows, me temo que City Bell me queda algo a trasmano, pero tengo claro que el día en que pueda permitirme un viaje a Argentina lo planificaré cuidadosamente para coincidir con alguna de sus actuaciones.
Hasta el momento, me contento con leer los textos que me pasa e imaginármelo en uno de sus pequeños escenarios volviendo a la gente del revés con sus humorismos. Que sus shows son tan buenos como sus dibujos y sus escritos es algo que tengo clarísimo.
"Deberías hacerte un blog, Lea" le digo el otro día.
"Es que soy negado para esas cosas de los ordenadores"
"Mira que me extraña" le digo yo "tú ponte a ello y si te surge alguna duda, te echo un cable, ya verás como es muy fácil".
Leandro se pone a ello y en 24 horas no sólo se ha hecho su blog sino que lo ha hecho por partida doble.
"Uno es mi blog y el otro el blog de mis espectáculos", me aclara.
Cuando entro a curiosear veo ya varias entradas y multitud de fotos.
"Joder con el negado para los ordenadores" pienso "a Walter he tenido que explicarle cómo subir fotos siete veces y todavía se atasca de vez en cuando".
"Si querés algun dibujito para tu blog dímelo y en unas horitas lo tienes" me ofrece Leandro -con talento, humilde y además generoso.
"Pues va a ser que sí" le digo anoche. "Mándame algo, que te voy a dar a conocer al mundo, mira tú por dónde".
Esta mañana, a primera hora, me encuentro a Leandro en mi casilla, como dicen ellos. Y aquí esta:
Señoras, señores, con todos ustedes: Leandro Devecchi.
Y ahora todos a mi sección de links a leer sus blogs.

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