... me dice Hache esta mañana cuando coincidimos en el messenger después de dos años sin noticias mutuas "por dormir con el culo al aire".
- "Pero bueno ¿será posible? Pues bien poco que te molestaba otras veces que durmiera con el culo al aire, chato" le reprocho yo.
- "Sí, sí, pero cada cosa tiene su momento y su lugar, chiqui, y cuando una duerme solita, sin cuerpo al que arrimarse, hay que taparse."
- "Lo que me faltaba por oír"
- "Me dirás que no, que sólo a ti se te ocurre acatarrarte en plena ola de calor subsahariano."
Y es que tengo un trancazo de los que marcan época. Con 30 grados a la sombra en los madriles, ando yo por casa como alma en pena con el cuadro sintomatológico completo: febrícula, estornudos, irritación ocular, moqueo, tos de perro asmático... eso que no nombraré pero que te hace ir al baño cada cinco minutos... Un poema, vaya.
- "Pues ya sabes... " añade Hache "zumito de limón y mucha cama para sudarlo todo"
- "Sí, sí, muy tapadita y abrigada, ya que no tengo cuerpo al que arrimarme ¿no es eso?"
- "Mujer, lo del arrimón se puede solucionar fácilmente"
Y me dan ganas de decirle que sí, que se venga, que lo de arrimarme se me da muy bien y lo de pegar catarros mejor todavía y a ver quién es el que se ríe la semana que viene cuando sea él el que vaya arrastrándose por las esquinas con febrícula, mocos, tos de perro asmático y una cagalera de las que te dejan el culo como el de un babuino. Pero me contengo, que al fin y al cabo a los amigos hay que mimarlos, y a los que se dejan achuchar y hace más de dos años que no ves... pues mucho más, aunque no siempre se lo merezcan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario