Llega hoy Walter a la ofi después de pasar el puente dándole al buen vino y al mejor yantar por tierras cántabras.
"Te he traido un regalito" me dice.
"¿De Santoña, en serio? ¿El qué, el qué, el qué?"
Y mientras le observo con trepidación abre su mochila y saca... un llavero de Edna Mode, con exactamente la misma pose que en la fotito arriba expuesta.
Edna Mode, esa gran diseñadora de superhéroes, la única e irrepetible Edna Mode, con su medio metro de estatura, sus gafas de pasta negra y su corte de pelo a lo Mafalda.
Y yo, que soy así, me emociono toa. Poco me falta para lanzarme a su cuello y cubrirle de besos.
"Gracias, gracias, gracias" tan contenta con mi llavero.
No sé por qué habrá pensado en mí cuando lo vió, la verdad, aunque Charlie dice que nos parecemos, que se pasó toda la peli pensando que Brad Bird se había inspirado en mí para crear su personaje.
Hombres... qué ideas tan absurdas tienen.
Pero no me quejo, conste. Me habría emocionado más parecerme a Elastigirl, a qué mentir -¿se imaginan las posibilidades?- pero eso de que vayan al cine y se pasen toda la película pensando en una, pues siempre es halagador, y si enciman te traen regalitos de vez en cuando, pues más todavía.
Al fin y al cabo, Edna es una mujer de carácter, una triunfadora, la persona de referencia de todo superhéroe que se precie... la única a la que no se atreven ni a rechistar. Igualica que yo, vamos.
No, si al final, van a tener razón mis rubios.
Edna rules!!!!!!
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