martes, 26 de abril de 2005

The shit hit the fan...

Y empieza a oler pero que muy mal.
Que la ley ampare las bodas homosexuales parece no gustar a algunos y se empiezan ya a oir sus voces, mucho más alto de lo que deberían.
Dice el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, del PP que no está en contra de que las parejas homosexuales tengan los mismos derechos que el resto de los ciudadanos, aunque aseguró que esta clase de uniones "no puede ser llamado matrimonio". Y añadió que no piensa celebrar ningún enlace de esas características.
A mí me suena a contradicción absoluta: No estoy en contra pero a mí que no vengan para casarse.
Más clara ha dejado su postura el alcalde de Pontons (Barcelona) un tal Lluís Fernando Caldentey, del PP también, que ha asegurado que no casará a ninguna pareja homosexual y rematado sus declaraciones soltando las siguientes perlas por esa boquita que Dios le ha dado:
"Entiendo que han de tener los mismos derechos, pero para mí un gay es una persona tarada que nace con una deformación psíquica o física". ¡Toma ya!
Mucha deformación física no veo yo cuando salgo por Chueca, os lo puedo asegurar.
Pero lo mejor de todo es lo que ha dicho Miguel Angel García Nieto, alcalde de Ávila, refiriéndose a la decisión del alcalde de Valladolid de no casar a gays. Según él, lo de de la Riva es un gesto "de buena hombría".
Yo, como me he quedado un tanto así, como de medio lao con sus declaraciones he ido corriendo a la Academia de la Lengua, a ver si entendía algo. Y esto es lo que me he encontrado:

Hombría:
1. (De hombre) f. Cualidad de hombre.
2. Cualidad buena y destacada de hombre, especialmente la entereza o el valor.
de bien. Probidad, honradez.

Pero me he quedado como estaba, la verdad.
Será que no estoy yo preparada para ello porque es como el brandy Soberano: cosa de hombres.

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