lunes, 13 de marzo de 2006

La rebelión de las máquinas

Hoy es el cumple de Maite (¡¡FELICIDADES!!) y como no sabía si estaría currando y a mí me da mucho coraje eso de molestar, he optado por enviarle un mensajito de felicitación al móvil.

Su respuesta ha llegado a los tres minutos y su mensaje ha sido, por lo que se ve, ofensivo para mi móvil (un nokia normalito y casi a estrenar) que se ha puesto a vibrar y pitar como un loco imitando a la perfección el sonido de una tetera en plena ebullición. Acojonada, lo he tomado en mis manos tratando de parar el ruido, pero la pantalla se ha quedado en blanco y las teclas se han negado a funcionar mientras el agudo pitido continuaba taladrándonos los oídos.

- "¿Qué es ese sonido?" Me ha preguntado Walter, horrorizado.

- "No lo sé, pero ¡¡cúbrete!!"

Y con un grácil movimiento he tirado el móvil al otro extremo de la oficina, mientras me cubría la cabeza con los brazos y me escondía debajo de la mesa.

Y bueno, vengo a decir por esto, que si me llamáis y el teléfono os hace cosas raras, pues eso, que paciencia, que esta misma tarde lo llevo al soporte técnico.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jejeje, ahora lo que me apetece es enviarte un sms para que se repita la jugada! Todos al suelooooooooo!Jijijiji!!!!

Anónimo dijo...

menos mal que sólo se ha ofendido y no ha decidido tomar un supermercado por la fuerza, o peor aún: comer niños