martes, 4 de octubre de 2005

Muuuuuuuu

Cuando la gastroenteritis domina tu cuerpo y te ves confinada en tu casa sin poder salir, sin poder trabajar y sin nadie con quien ventilar tus frustraciones, una hace cosas muy raras.

A mí me dió por ver capítulos de Friends -que es una buena terapia- y volver a verme toda una lista de películas en formato divx que hacía siglos que no repasaba.

Con las pelis me pasa un poco como con las canciones, ya sabéis, la última que escuchas en la radio justo antes de salir de casa es la que se te queda todo el día en la cabeza, dando vueltas y jodiendo la marrana al resto de personal.

En mi caso, la última peli que vi justo antes de reincorporarme a mi puesto de trabajo -jiji- fue "El hombre que susurraba a los caballos" y supongo que de ahí me viene esta fiebre de anuncio de Marlboro que me ha dado últimamente.

Así que ahora llego al curro, enciendo el ordenador, le ladro un par de veces a Charlie y Walter, me pongo los cascos y conecto el iTunes. Mi último gran descubrimiento son las emisoras de música country, una emisora en particular, la Cowboy Cultural Society, que recomiendo encarecidamente a todo el que tenga un poco de curiosidad. En esta emisora los locutores introducen los temas con un fondo de vacas mugiendo que me dobla de risa cada vez que lo escucho. Y sorprendida estoy por la gran cultura de la música country que, lo creáis o no, va mucho más allá de Dolly Parton y Kenny Rogers.

Esta mañana he desayunado escuchando a un tipo que aseguraba: "I've worked down in Nebraska, where the grass grows ten feet high" para continuar advirtiéndote que no te vayas a Montana a gastar el dinero, quédate en Tejas donde nunca cogerás tuberculosis por dormir en el suelo. Puro surrealismo vaquero, oyetú.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jejejeje es lo que tiene ver al whisper produce efectos extraños. Por cierto, el regalo para el lector 12000 podría ser marcarse un bailecito country contigo.

fridwulfa dijo...

jejeje. No es mala idea, pero tendrá que ser para el lector 1300, porque el del 1200 ya lo tengo pensado.

Y de mi fiebre country... bueno, le echaremos la culpa a Robert Redford, pocos pueden resistirse así.

Anónimo dijo...

Supe bailar country en su momento, y ahora todo esta perdido por ahi en el cajon desastre de la memoria.
Es divertido y sencillo, todos en grupo. MUUUUUUUUM.

Me pasaré por esa emisora una noche de estas de imsomnio criminal.