miércoles, 18 de octubre de 2006

Pequeña talibana de diccionario

Eso me pasa por ver la tele. No debería, lo sé, y menos con las facultades físicas mermadas porque eso siempre me pone de especial mala leche, lo de las facultades físicas mermadas digo. No nací yo para doliente enfermita.

El caso es que aquí estoy, con mis facultades físicas mermadas, y en lugar de dedicarme a los placeres de la lectura o, a una mala, a los placeres del buen cine, que para eso tengo una extensísima colección de dvds a mi disposición, voy y me pongo a ver la tele, así, sin anestesia. Y los cinco minutos de sentarme a disfrutar de Hospital Central, comienzan los anuncios y me cuelan de rondón un avance del siguiente episodio de Gran Hermano.

Música impactante, imágenes en blanco y negro y al ralentí, atmósfera de suspense y, como colofón, una cartela que informa:

UN GRUPO DIVIDÍDO
¡¡Toma ya!!
Y a mí, os lo juro, como cuando pienso en Noruega: me hierve la sangre.

4 comentarios:

DaNy Arceo dijo...

Noruega? Subieron el precio del bacalo?

Anónimo dijo...

Te entiendo ferpectamente, yo me estoy volviendo más irritable para esas cosas por momentos.

Anónimo dijo...

Welcome al mundo de los cascarrabias.

Anónimo dijo...

Lo que es doloroso, doloroso, dolorosísimo (y me hace sentir dividída) es oír hablar (es un decir: recitar) a la Mascó en Supermodelo 2006. Ayer dijo que iba a tirar no sé qué "a los cuatro vientos".
Por su propio bien, espero que no fuera un boomerang.
Y sí, sigo enganchada. ¡¿Pasa?!