Si consigo no dormirme y llego a Barajas a tiempo, el jueves salgo rumbo a Tenerife.
Escapada breve, como suele ser habitual. Descenso del barranco de Masca por segunda vez, esperamos salir victoriosos de nuevo y no tener que ser rescatados por las cabras montesas.
Para no varias, a pesar de que sólo voy cinco días, llevo maletón (que tocará facturar), y algo así como diez kilos de libros para el Correo del Zar. No nos libramos, no nos libramos ni una sola vez. ¡Qué cruz!
lunes, 28 de marzo de 2011
lunes, 21 de marzo de 2011
Sabes lo friki que eres cuando...
jueves, 17 de marzo de 2011
Seño...
Tenemos a Walter dibujando story boards como un loco. Viñeta p'arriba, viñeta p'abajo.
Cada quince minutos, más o menos, me da un golpecito en el brazo y, sin mediar palabra, me tiende el lapicero con cara de niño desvalido.
Yo tomo el lapicero, se lo afilo y se lo devuelvo y Walter sigue dibujando, viñeta p'arriba, viñeta p'abajo hasta que la mina desaparece de nuevo y Walter vuelve a darme un golpecito en el brazo y, sin mediar palabra y con cara de niño desvalido, me tiende el lapicero para que se lo afile otra vez.
Cada vez que le devuelvo el lapicero afilado pienso por un segundo que tal vez el próximo golpecito en el brazo no sea para sacarle punta al lápiz, tal vez sea porque se ha dado cuenta de una puñetera vez de que lleva toda la tarde con las deportivas desabrochadas....
Y no aprendemos...
Mis maletas siempre traen sorpresas inesperadas. Viajan de acá para allá, transportan limas de contrabando, máquinas de escribir, kilos de alfajores, proyectores de superocho, ropa de bebé...
Mi maleta ha salido esta mañana de casa camino de la oficina, vacía.
Mi maleta regresa esta tarde de la oficina a casa, en su interior ocho kilos de pienso para cachorros y un bonito pack de botellas: Ron Brugal y Coca-Cola.
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