martes, 29 de enero de 2008

Reflexiones Neoyorkinas (III)

Una de cada dos esquinas de Nueva York está ocupada (o debería decir "contaminada") por un Starbucks.
Perdón, corrijo, una de cada dos esquinas de la "evil island of Manhattan" porque en Brooklyn, y a Dios gracias, no ves ni uno.

Gotcha!

Starbucks a los que el pequeño saltamones y yo sólo entrábamos con una única y genuina idea en mente ¡¡¡MEAR!!!

7 comentarios:

Awake at last dijo...

XD, es que tomarte ese líquido que los del Starbucks llaman café es una blasfemia, y de las gordas, XD (sin embargo, los muffins están bien, todo hay que reconocerlo)

Mks.

IVAN REGUERA dijo...

Normal, porque a diferencia del universo y la globalización, Brooklyn no se expande. Ya lo decía la madre de Woody Allen, joder.

elena dijo...

Qué poéticas quedan algunas groserías :P

fridwulfa dijo...

Jajajaja. ¿Verdad?

Marta G.Brea dijo...

¡Te cazaron! Qué difícil es a veces pasar desapercibida, jejé... Me gusta mucho la perspectiva de la foto. Ver las calles a través de los ventanales, calentita, por muy mal que sepa el café, debe ser una gozada.

fridwulfa dijo...

Jejeje. Gracias, Marta. Confesaré que el café ni lo probamos, entrábamos, meábamos y salíamos. Y la foto, pues la hice de chiripa, una cosa que tienen los Starbucks de allá es que sólo hay un baño por establecimiento y siempre hay cola, de modo que con algo hay que entretenerse mientras se espera en fila india para tratar de olvidar que no aguantas ni un minuto más y has llegado a ese punto en el que... simple y llanamente, te flotan ya las muelas.

MissingDuke dijo...

Pues la slice de limón del Starbucks de Manhattan [que no de los de España] está de mieeeeeeeeeeeeeedo. Y leer el NYT es gratuito. Llevártelo también es gratuito, pero sólo si crees que es gratis. Cuando te das cuenta de que llevártelo por la pati no lo hace nadie más que tú, ya te pones tensa y no sale igual :p