miércoles, 21 de diciembre de 2005
Una de agobios navideños
Diciembre:
Tres cumpleaños familiares, regalos de reyes, comidas familiares, cenas de empresa, cenas familiares, tarjetitas de felicitación, llamadas de compromiso, llamadas de no-compromiso, exes que reaparecen con el típico ataque de nostalgia (todos los años igual, oye), dulces navideños empalagosos, dulces navideños imposibles de masticar, platos super-fashion llenos de ingredientes que no puedo comer (cosa mala las alergias alimentarias), contaminación lumínica en todas las malditas esquinas, barullo, colas interminables, la Puerta del Sol tomada por los Hunos (sin Atila a la vista), pastizal gastado en ochenta participaciones de loteria por aquello de "como le toque a mi primo tercero y a mí no...", excesos alcohólicos, controles de tráfico en todas las p**** rotondas, uvas asesinas con pipas del tamaño de cantos rodados, fiestas de nochevieja chunda-chunda, patosos babosos, babosos patosos...
¡¡¡Y todos tan contentos, oye!!!
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5 comentarios:
Asi es mi niña, y el mundo sigue girando... y "turroneando"
Felices Fiestas a todos, jejejej.
Joé, me agobio sólo con leer tu post. Qué razón tienes. Asco de fiestas. Antes me gustaban.
Ostia que agobio, entre que no has puesto ni un punto y que me estaba viendo venir todo lo que decías buffffffff.
Jajaja, ese era el propósito, mr. harris
Y a mí que me encantan....
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