... son, por lo general, inversamente proporcionales al volumen de trabajo acumulado sobre tu mesa.
Así que tras tres semanas de vaguear, procrastinear, dejarlo todo para el último momento y encontrar mil cosas mucho más interesantes que hacer que lo que realmente tenía que hacer (que era mucho), hoy, día flojo en la oficina, lloro desesperada por las esquinas y elevo los puños al cielo, cual Escarlata de pacotilla, para gritar mi desesperación:
- "¡¡¡Un briefing, por la gloria de mi madre, que alguien me mande un briefing, que me muero por escribir telepromos!!!"
2 comentarios:
Justo ahora tengo un briefing delante de mis narices... tengo que hacer concepts para un videojuego, pero el estilo realista que pide el profe no es lo mío... ains.
No lo grites tanto que te van a oir!
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