jueves, 29 de mayo de 2008

In memoriam

Leandro, artistazo él, hombre sensible y siempre atento, me envía por sorpresa, su particular y maravilloso homenaje a Mr. Sydney Pollack.
"Para tu blog", me dice.
Pues aquí lo dejo, Lea. Muchas gracias.

martes, 27 de mayo de 2008

Sydney Pollack

Y no sé qué decir. Walter y yo estamos tristes: Se ha ido Sydney Pollack.

Para algunos puede resultar frívolo esto de entristecerse cuando se muere alguien famoso. Bueno, lo entiendo, pero realmente no nos entristece que se muera alguien famoso, nos entristece que se muera alguien con talento, alguien que nos ha hecho vivir grandes momentos a lo largo de muchos años con sus películas, sus interpretaciones, alguien de quien todo el mundo habla bien (como profesional y como persona) y del que nadie parece tener una mala opinión (cosa rara en este mundillo de Hollywood).

Nos entristece que se acabe el talento, que se vayan nuestras referencias de la infancia, adolescencia y juventud porque eso, no nos engañemos, es también reconocer en parte que nosotros seguimos poco a poco el mismo camino.
Nos jode, en definitiva.
Y decimos sin problemas, y aun a riesgo de que nos tachen de frívolos, eso mismo que dijeron hace tanto años ya, refiriéndose entonces a Ernst Lubitsch.

- "Qué triste, se acabó Sydney Pollack".

- "Y lo que es mucho peor, se acabaron las películas de Sydney Pollack".

Sydney Pollack hizo de todo (actor, director, productor) y lo hizo todo bien.
Así, recordando uno de sus mejores trabajos como director y como actor, dejo aquí mi pequeño homenaje correspondiente.
Disfrutadlo.

miércoles, 21 de mayo de 2008

¡¡Gracias, Awake!!

Cuando el diablo se aburre, con el rabo mata moscas. Yo, aburrida, he optado por ofrecerme como choferesa para llevar a Pellegrini al Alcampo de Moratalaz a comprar un horno eléctrico para su nueva casa.
Es lo que tiene la huelga de controladores de aparcamiento, que te permite traer el coche a la oficina, contruibir con tu granito de CO2 a la contaminación madrileña y ofrecer tus servicios como transportistas a tus necesitados compañeros de laburo.

El caso es que para cuando hemos vuelto de la excursión matutina al Alcampo de Moratalaz, el cartero diabólico (larga historia que ya os contaré), había traído un paquetillo a mi nombre.
El paquetillo era esto.... (no, no era el muñeco de Mazinger Z), que ya ocupa su lugar de honor en mi escritorio.

Las ganas que tiene uno de trabajar...

... son, por lo general, inversamente proporcionales al volumen de trabajo acumulado sobre tu mesa.

Así que tras tres semanas de vaguear, procrastinear, dejarlo todo para el último momento y encontrar mil cosas mucho más interesantes que hacer que lo que realmente tenía que hacer (que era mucho), hoy, día flojo en la oficina, lloro desesperada por las esquinas y elevo los puños al cielo, cual Escarlata de pacotilla, para gritar mi desesperación:

- "¡¡¡Un briefing, por la gloria de mi madre, que alguien me mande un briefing, que me muero por escribir telepromos!!!"

miércoles, 14 de mayo de 2008

Please be kind... (I've got you under my skin)

Ninguna de estas dos canciones, a pesar de sus indudables méritos, entra dentro mi TOP 5 particular, pero de todos los Sinatras, éste, el de esta época, es el que más me gusta, así que, aquí va mi pequeño homenaje al crooner entre los crooners, mi idolatrado Sinatra porque, en fin, tampoco yo soy capaz de nada mucho más original.



lunes, 5 de mayo de 2008

Soñando, soñando, triunfó patinando.

Todo comenzó con una oferta en el Alcampo de patines en línea por 15.95€. Cuando llegué con ellos a la oficina se extendió la fiebre.
El síndrome del "culo veo-culo quiero" pegó fuerte en mis compañeros de oficina y, en apenas 10 días, la mitad de ellos habían pasado por el Alcampo y habían picado.
Al club de patinadores inexpertos (fundado por mí) se unieron Miércoles, Monipeni, Susi, la mujer de Pellegrini y, por último, Walter.




Os podéis reir, si queréis, pero estoy segura de que en apenas unos meses, podremos subir un nuevo vídeo haciendo cosas como éstas:



Nada detiene a los chicos de Santas Pascuas cuando se les mete algo en la cabeza.