Sí, compramos postales porque he decidido emular al tío Matt "el viajero" y enviarle una postal a mi sobrina desde todos aquellos sitios que visite.
Compramos una postal en una bonita tienda de artesanía local y la tendera, muy maja ella, me prestó un boli para que la escribiera allí mismo, porque yo me conozco y si no la escribo y envío en el acto, la postal puede quedarse en el fondo del bolso por los restos.
- "Pues ya está, ¿no tendrá sellos, por un casual?"
- "Pues no, pero la oficina de correos está aquí a la vuelta de la esquina"
Genial, compro el sello y la envío todo en uno.
En la oficina de Correos nos atiende una empleada bastante antipática, le pido el sello y me lo lanza con un "toma, ponlo tú". Pego el sello y le entrego la postal para que la lleve a la saca y en ese momento Ana, cándida ella, se acerca al rottweiler que me está atendiendo y con vocecita de personaje de Barrio Sésamo le pregunta muy educada:
- "¿Sabe usted algún buzón por aquí cerca para echar la postal?"
4 comentarios:
JAJAJAJAJAJAJ muy de Ana
pobrecita, creo que mis carcajadas todavía resuenan por los callejones de toledo
Jejeje. Pues muy probablemente porque era de un borde la tía...
efectivamente es made in Ana 100%.
jajajajajaja
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