Es jodido hacer una foto con una camára totalmente manual si estás partiéndote de la risa.
Es jodido enfocar cuando el sujeto al que pretendes fotografiar no deja de sacudirse de arriba a abajo mientras intenta contener la carcajada.
Es complicadísimo mantener cosas en equilibrio en la cabeza cuando eres consciente de la soberana majadería que estás haciendo y sabes que si aguantas la risa un segundo más, igual se te revienta una vena.
Pero con todo y con eso, no quedó mal del todo, oye.