¡Qué jodido es esto de las adicciones! Por mucho que seas consciente de ello, que sepas que tienes que dejarlo, que ha llegado la hora... el cuerpo siempre acaba traicionándote y pidiéndote un "chute" más.
Así es como lidiaron unos padres preocupados con la adicción de su hija. Empezaron reduciéndole la dosis y controlando que sólo le diera al vicio en casa, nada de hacerlo por la calle, o en casa de los demás.
A continuación le limitaron la dosis a un poquito después de comer, un poquito después de cenar y, por supuesto, cuando quisiera dormir, para relajarse y conciliar el sueño sin problemas.
El siguiente paso fue limitarlo estrictamente a las noches. Sólo a la hora de dormir, porque, de lo contrario, no pegaba ojo.
Finalmente, tras mucho esfuerzo, tras varias noches de gritos reclamando su dosis nocturna, consiguieron eliminarle el vicio por completo.
Bueno, casi por completo, porque como dicen los ingleses "old habits die hard" y las adicciones, ya lo he dicho, son una cosa muy jodida.
La protagonista de esta historia lleva más de seis meses "limpia", creíamos que estaba todo olvidado, que era todo parte del pasado. Sin embargo, ayer, cansada, agotada y a punto de dormirse todavía tuvo fuerzas para suplicar: "tata ¿no tendrías un chupetito por aquí?"
5 comentarios:
¡¡¡Ays como la comprendo!!!!
¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOh qué ricura!
Pues debe ser la luna, porque a mí me están entrando unas ganas de volver a fumar...
Pero que tonto...
ahora lo entiendo ;)
Creo que es el post mas bonito que te he leido, genio.
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