El caso es que aquí estoy, con mis facultades físicas mermadas, y en lugar de dedicarme a los placeres de la lectura o, a una mala, a los placeres del buen cine, que para eso tengo una extensísima colección de dvds a mi disposición, voy y me pongo a ver la tele, así, sin anestesia. Y los cinco minutos de sentarme a disfrutar de Hospital Central, comienzan los anuncios y me cuelan de rondón un avance del siguiente episodio de Gran Hermano.
Música impactante, imágenes en blanco y negro y al ralentí, atmósfera de suspense y, como colofón, una cartela que informa:
UN GRUPO DIVIDÍDO
¡¡Toma ya!!
Y a mí, os lo juro, como cuando pienso en Noruega: me hierve la sangre.
4 comentarios:
Noruega? Subieron el precio del bacalo?
Te entiendo ferpectamente, yo me estoy volviendo más irritable para esas cosas por momentos.
Welcome al mundo de los cascarrabias.
Lo que es doloroso, doloroso, dolorosísimo (y me hace sentir dividída) es oír hablar (es un decir: recitar) a la Mascó en Supermodelo 2006. Ayer dijo que iba a tirar no sé qué "a los cuatro vientos".
Por su propio bien, espero que no fuera un boomerang.
Y sí, sigo enganchada. ¡¿Pasa?!
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