- "Joder, qué putada, con esta cola, al final no me va a dar tiempo ni a invitarte a un café por traerme"
Silvia me mira con preocupación, estamos en el aeropuerto, bregando con su maleta y tratando de esquivar los cinco mil carritos atestados que parecen rodearnos.
- "¡¡¡Pufff, pues el café me da lo mismo, lo que tengo es un hambre canina!!! Si es que he estado tonta porque cuando he parado a echar gasolina antes de pasar por tu casa, tenía que haberme comprado algo de comer"
- "¿¿¿Es que no has cenado???"
- "Sí, a las nueve... pero es que son las 5 de la mañana, bonita"
No hay comentarios:
Publicar un comentario