Chapuzas a domicilio

- "Probando, probando, uno, dos, uno, dos, probando, probando. Sí, sí, no, no, probando, probando"

No, no estamos en la prueba de sonido del concierto de los Rolling.

Desde que nos mudamos a la nueva oficina estamos sin telefonillo. No funciona, no oímos al que llama, no nos oyen cuando contestamos y para abrir la puerta tenemos que salir al portal y usar la mano.

Desde que nos mudamos a la nueva oficina, Ana anda dando la lata al Mr. Treeger del edificio para que nos arregle el telefonillo.

Nuestro Mr. Treeger particular es un personaje de esos que sólo se ven en los cómics de Ibáñez.

Nuestro Mr. Treeger ha elegido el día de hoy (frío y lluvioso en Madrid) para venir de una puñetera vez a arreglar el telefonillo.

- "Probando, probando, uno, dos, uno, dos, probando, probando. Sí, sí, no, no, probando, probando. No se oye nada ¿no?"

No se oye nada, no. Ya se lo habíamos dicho nosotros.

Treeger, peto de loneta azul, gorrilla a juego y linterna de minero en la cabeza, se ha puesto rápidamente a abrir cajetines misteriosos, a pelar cables sospechosos y a dar instrucciones a Walter que, aterido de frío, hacía probaturas en el portal.

- "Ahora sí se oye... ahora no se oye... La voz sí, el pitido no... Frid, por favor, pásame el tabaco..."

Y después de dos horas de pitidos, gritos, excursiones de "el chaval" al portal a ver si se oye algo, críticas a "los que sea que os han hecho esta instalación", Mr. Treeger se ha marchado sin decir adiós y aquí nos hemos quedado los demás, con un principio de pulmonía doble y, ¿lo adivináis?, sin telefonillo.

¡VIVA LA JORNADA LABORAL REDUCIDA!