El regalito color marrón que me dejó Charlie el viernes traía como consecuencia madrugón esta mañana. Así que presta y diligente, a las 8 menos diez am, Fridwulfa salía de la boca del metro dispuesta a comenzar la jornada laboral hora y media antes de lo estipulado en su no-contrato.
Dos minutos más tarde me ha llegado un mensaje al móvil y, claro, me he llevado el susto de mi vida, porque a las 8 de la mañana un mensaje al móvil sólo puede significar dos cosas: emergencia familiar o marronazo laboral.
Bueno, también puede ser un mensaje tipo: "gracias, cuerpo, por la noche de pasión arrebatada que me has regalado", pero esa opción ha sido rápidamente descartada.
Al final el mensaje ha resultado ser de SEUR informándome amablemente de que en las próximas 48 horas me harían entrega de mi nuevo router. Así que, si todo va bien, en un par de días recuperaré mi conexión a internet en casa.
Espero que no me pase como a Walter, que descubrió anonadado que los simpáticos muchachos de Seur habían ido a entregarle su módem y al no encontrar a nadie en casa se lo habían dejado a un vecino.
El problema es que ninguno de sus vecinos reconoció haberlo recibido y un mes después todavía está esperando a que se lo manden de nuevo y, mientras tanto, pagando religiosamente una conexión a internet de la que no puede hacer uso.
El tiempo dirá, en este caso... las próximas 48 horas.
4 comentarios:
Como en Extraños en un tren yo he cumplido la parte del trato que creí entender. Tu blog está en mi blog, y hasta que no esté mi blog en tu blog o mi hmmm en tu hmmm ahí estaré. Cumpla su trato señorita.
No parece el comentario para ello pero no me quedo sin mandarte besillos.
Joer, desde luego... ¡hombre de poca fé!
ay, que me vas a contar a mí de encontronazos con los adeseeles de este mundo, q dp de meses colgada al tfno mentándoles a la madre, acabé con dos routers dos, a falta de uno, así q si walter se cansa de esperar...
Dice walter que dónde tiene que ir a recogerlo. Jejeje.
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