Llevamos dos semanas en la ofi de estrés, curro interminable, nervios, carreras contrarreloj y mucho ladrido -casi todos emitidos por mí, cierto-.
La racha, afortunadamente, acabó el viernes con cañitas, cenita y juerga castañón-castañón hasta que salió el sol. Y esta mañana se ha notado.
Seguimos con curro interminable, con carreras contrarreloj pero se acabaron los ladridos y los nervios y ha vuelto la risa floja cada cinco minutos.
Le daremos las gracias a Walter que ha llegado esta mañana afónico, acabao, con pinta de necesitar una transfusión de sangre pero emocionadísimo. Y antes incluso de que nos diera tiempo a darle los buenos día nos ha soltado una de sus bombas cargadas de surrealismo.
- He venido en el metro con uno de los chunguitos.
- ¿Uno que se parecía a un chunguito?
- No, no, con UNO de los chunguitos, uno de verdad.
- Ostras ¿Y cuál de ellos?
- El chunguito feo.
Ante lo cual Charlie y yo nos hemos descojonado de la risa durante cinco minutos.
- ¿Qué pasa?
- Walter, hablamos de Los Chunguitos, no de los Hermanos Calatrava y en los Chunguitos TODOS eran feos.
- Joder, pues de los feos el más feo, el grandote... llevaba unas pintas...
Extraños compañeros de viaje cortesía de la E.M.T.
6 comentarios:
A mí Madonna podría pedirme fuego y yo se lo daría pensando: ¿dónde habré visto yo a la guiri esta que me suena de algo? Como pa conocer a nadie en el metro...
Y la pregunta del millón es ¿cómo carajo sabe Walter la cara que tienen Los Chunguitos? Le hacía con gustos pelín más refinados, XDD
Walter es un pozo de sabiduría y una caja de sorpresas. Y reconozcámoslo, cualquiera que haya viajado un poco por nuestra geografía reconoce a Los Chunguitos, sus caras nos saludaban desde los expositores de cassettes de todas las gasolineras de España.
Pues eso digo yo...yo no me acuerdo de los Chunguitos...de hecho pensé que se habían muerto ya...madre mía...
Joder... ¿y no se sentó a preguntarle como le iba la vida?
¡Uno de los chunguitos! eso es como encontrarte al Vaquilla, esa peña fue leyenda!!!!.
Y tanto, bito, así de emocionado venía el Walter. Jejejeje.
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