-"Pasad, pasad... " Son las 7 de la tarde, en la oficina estamos Ana y yo solas y acaban de llegar mi tía y María Jesús a buscarme para irnos de picos pardos. "Pasad que os enseño nuestra guarida".
Nuestra guarida se enseña en dos minutos, la verdad...
-"Esta es la habitación donde estamos todos y eso de ahí es el despacho oval, el despacho de Charlie".
¡Oh, ah, uh!. Mi tía y María Jesús observan complacidas la oficina, exclaman maravilladas al ver los suelos de madera, alaban la buena disposición del sitio, la mucha luz que entra por sus ventanales y el gran ojo clínico de quien encontró el local.
- "Pasad, no seáis tímidas que Charlie no está, mirad su despacho porque es una pasada".
Entran, se asoman a la ventana, miran a su alrededor, curiosean las tres fotos que hay en la estantería...
- "¿Es éste Charlie?" pregunta María Jesús con curiosidad señalando una de ellas, la única que está enmarcada.
Mi tía se parte de risa.
- "No, hija, no. Ése es Woody Allen"
5 comentarios:
XDDDDDDDDDDDD
XDDDDDDDDD
Y encima Charlie se habrá puesto como un pavico de orgulloso al saberlo, XDDDDD
Jajajaja. Pues a Charlie todavía no se lo he contado.
Walter, que por cierto es el dueño de la foto, se descojonó de la risa.
Jejejeje es normal, los trabajadores vemos a nuestros jefes, bajitos, con gafas y medio calvos ;)y por supuesto, tocándose la barriga en el sofá.
Jajajaja. No, no, yo no, que el Charlie es de lo más aparente, alto, melenudo y en constante movimiento todo el día.
Por cierto, Awake, se lo he contado hoy y ha dicho, efectivamente "es todo un piropo!", para después descojonarse de risa.
jajajaja, en lo que pensamos casi todos de los jefes en general es que son un pelin (o muchin) paranoicos... quizás de ahí la confusión.
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