miércoles, 24 de mayo de 2006

Oficina. Interior Día.

Sentado a mi izquierda Walter come naranjas.

- "Jooooooder, hasta aquí me ha llegado"

Walter mi mira, enarca una ceja y balanceando la cabeza suavemente me dice con voz pretendidamente sexy:

- "¿El olor de la naranja?"

- "No, chato, la salpicadura"

4 comentarios:

Awake at last dijo...

XDDDDDD

XDDDDDDDD

XDDDDDDDDDD

Una webcam tendríais que poner.
(Mañana, mañana lo mando, por encima del cadáver del p... "copistero")

Besos!

DaNy Arceo dijo...

Pssst
Que te lo hagan con un percebe, a ver qué dices, lista
XDDDD

fridwulfa dijo...

¿los percebes escuecen? Porque el juguito de la naranja en los ojos no es precisamente agradable.

Anónimo dijo...

Si ejque yo no sé qué les ponen a las naranjas últimamente... las visten como putas.
Pa mí que clembuterol, y así andan de potentes.
Lo del percebe tampoco lo he pillao.